Nunca Jamás

Arráncame las espinas

que habitan mi corazón

dulces y fugitivas

serás tu su redención.

Miro hacia el horizonte

no conosco este lugar

humo y vidrios rotos

solo hay restos de un altar.

Nunca jamás

me arrastrarás

tempestuosa jauría de los cielos.

Nunca jamás

nunca jamás

osarás arrancar mis secretos.

Efímero tu silencio

onírico resplandor

relámpago incesante

destiérrame del dolor.

La noche es triste y larga

la Luna se apagará

erguida entre tus garras

como estatua de sal.