Las Moscas
Vosotras las familiares,
inevitables, golosas,
vosotras moscas vulgares
me evocáis todas las cosas.
¡Oh viejas moscas voraces
como abejas en abril,
viejas moscas pertinaces
sobre mi calva infantil!
Moscas de todas las horas,
de infancia y adolescencia,
de mi juventud dorada,
de esta segunda inocencia
quedando creer en nada,
en nada.
Moscas del primer hastío
en el salón familiar,
las claras noches de estío
en que yo empecé a soñar.
Y en la aborrecida escuela
raudas moscas divertidas,
perseguidas, perseguidas,
por amor de lo que vuela.
Yo sé que os habéis posado
sobre el juguete encantado,
sobre el librote cerrado,
sobre la carta de amor,
sobre los párpados yertos
de los muertos.
Inevitables golosas,
que ni labráis como abejas
ni brilláis cual mariposas,
pequeñitas, revoltosas,
vosotras amigas viejas,
me evocáis todas las cosas